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Historia

Extracto tomado de Wikipedia Teverga:

Pinturas rupestres de Fresnedo - Abrigo del ganadoNo hay hallazgos referentes a la Edad de Piedra. Hay tres vestigios correspondientes a la Edad de Bronce: pinturas esquemáticas de los abrigos de Fresnedo; hacha de combate (piedra pulimentada hallada en el Puesto de Marabio) y varios túmulos funerarios ubicados, según José Manuel González, en diferentes puntos del concejo (Piedrajueves, Cueiro, Santa Cristina, Sobia) y próximos al Camín Real de la Mesa o a ramales secundarios que parten de éste, siendo posible plantear la hipótesis de que esas vías fueron auténticos ejes ordenadores del poblamiento, a través de los cuales iría colonizándose, poco a poco, todo el territorio. En cuanto a la Edad del Hierro decir que los vestigios correspondientes son algunos castros catalogados por el mismo autor en Castro (Valdesantibáñez), Barrio, Berrueño y La Focella (Valdesampedro).

A juzgar por los topónimos que subsisten se puede asegurar que el concejo estuvo dominado por los romanos a finales del S. I a.C. El vestigio que corrobora dicha dominación es el conocido como Calzada Romana, camino que cruza el territorio de Teverga de sur a norte por la franja más occidental (parte de Torrestío, provincia de León, sube al Puerto de La Mesa, sigue por el cordal del mismo nombre, entre Simiedo y Teverga, a través de La Magdalena, Xuego la Bola, Piedrajueves, San Lorenzo y Cuerio, para internarse en el concejo de Grado y seguir hasta Gijón). Esta vía, según Sánchez Albornoz, fue utilizada por los romano, pero se cree que fue construida en época anterior y que éstos la mejoraron para su uso evitando, así, los desniveles y el peligro que suponía la utilización de caminos que discurrían por el fondo de estrechos valles ante las emboscadas de las tribus aborígenes. Este camino siguió siendo utilizado hasta principios del S. XX como una importante vía de comunicación de la Meseta y la parte central de Asturias.

Hay constancia de que, en su huida, después de la batalla de Covadonga, los árabes salieron de Asturias por la calzada romana. Durante la Edad Media, es posible que el concejo padeciese la ocupación de los visigodos: en lugar cercano a Fresnedo, durante la construcción de una carretera, fue hallado un jarro hispanovisigodo que J. Luis Avello (“El jarro hispanovisigodo de Alesga y…” enCastillo de Alesga - San Salvador Asturiensia Medievalia 5, Oviedo 1985-86) atribuye a la presencia de refugiados godos que huían de la dominación musulmana. Se sabe, también, que en el año 860 existía el Monasterio de Santa María de Barrio. A partir del año 1092 el territorio tevergano es adjudicado en sucesivas etapas a la iglesia de San Salvador de Oviedo. Hay constancia documental de que durante la época medieval en el municipio había varios castillos y torres (Alesga, Monreal, Miranda, Orcechón…), así como monasterios (San Pedro de Teverga, San Juan de Santianes, Santa María de Villanueva, San Vicente de Presorias, San Cristóbal en Torce…).

Hoy sólo existen restos del denominado castillo de Alesga en el término de San Salvador. Según Ana Fernández Suárez (“Teverga, un concejo de la montaña asturiana en la Edad Media”), desde el S. X hasta el S. XIII parece ser que había un doblamiento denso y uniforme en los tres valles y una temprana ocupación en las zonas altas, apareciendo perfectamente configuradas en el S. XI las poblaciones de Taja, Villanueva, Cuña y Páramo.

Entre los S. XV y XVIII se construyen en Teverga varias casas señoriales: Quiñones-Valcarce en Campiello, Muñón en Prado, Miranda-Flórez en Villamayor, Cienfuegos en Cuña, Quirós en Prado, Cienfuegos en Taja, palacio de Valdecarzana en San Martín y Palacio de Agüera en Entrago. En todas ellas existe el escudo de la familia a la que pertenecían.

Durante la Edad Contemporánea, cabe señalar que Teverga tuvo un papel importante en la lucha contra la invasión francesa estableciendo guerrillas en lugares estratégicos del municipio. Es de destacar también la participación en las guerras carlistas.

A mediados del S. XIX tiene lugar uno de los hechos que revoluciona el panorama regional: las explotaciones mineras. La concesión minera más antigua en Teverga data del año 1876.

Esto supone el cambio de las tradicionales costumbres campesinas por el laboreo de las minas. Para el transporte del mineral de los yacimientos de Teverga se construye, en 1902, el ferrocarril desde Entrago hasta Caranga para unirlo al que discurría desde Trubia hasta Quirós.

Durante las dos primeras décadas del S. XX se disputan el poder cuatro partidos: conservador, liberal, republicano y reformista. El político liberal tevergano Emilio Álvarez Prida, elabora escritos pidiendo el voto para el partido liberal.

Después de la dictadura de Primo de Rivera se instaura la República en 1931 con un importante voto de izquierdas de la clase trabajadora –mayoritariamente mineros-. En 1933 la derecha gana las elecciones. En 1934 tiene lugar la Revolución de Octubre con la represión brutal sobre la población minera después de los días que duró la lucha.

Después del triunfo del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936, en julio del mismo año estalla la Guerra Civil, estando el territorio tevergano en la llamada ‘zona roja’ hasta el otoño de 1937, centrando la defensa republicana en el Puerto de Ventana y estableciendo comités de defensa en el Ayuntamiento y el cuartel de la Guardia Civil. En octubre de 1937 entran por el Puerto de Ventana las columnas nacionalistas gallegas. La represión por parte de los nacionalistas causó innumerables bajas en el bando republicano, tanto en la carretera de Entrago a Caranga, como los fusilados que eran arrojados en la chimenea de ventilación de un pozo minero –Tárano- en términos de Villanueva. Durante la década de los años 40, varios republicanos, ante la represión existente, se refugian en los montes del concejo. Algunos de los ‘fugaos’, así se les llamaba, se entregan, sufriendo prisión y, otros emigran al extranjero.

Tras los años de dictadura, el 15 de junio de 1977, se celebran las primeras elecciones democráticas al Congreso y al Senado y en el año 1979 las primeras elecciones municipales.

Relieve

El relieve es accidentado. El concejo esta circundado de cadenas montañosas: al Este con el Cordal de Sobia; al Sur y Oeste, el Cordal de La Mesa y al Norte el de la Sierra de Santa Cristina. El municipio lo forman tres grandes valles: Valdesantibáñez, Valdecarzana y Valdesampedro. Los dos primeros discurren paralelos en dirección Este-Oeste y separados por el Cordal de Santa Marta. El tercero, Valdesampedro, es el de mayor superficie y discurre en sentido Norte-Sur.

La cota más baja del concejo está en el río Teverga –400 m- y la más alta -1976 m.- es la del Pico Ferreirúa, al sur del concejo, limitando con León. Las cumbres de mayor altura están situadas en el Cordal de la Mesa: El Ágil (1841 m.), Las Piedras (1933 m.), Alto de Las Navariegas (1902 m.)Valdecarzana desde Sobia

Por los valles mencionados discurren tres ríos con el mismo nombres de los valles y que convergen entre San Martín y Entrago para formar el río Teverga.

El mayor porcentaje –41,76 %- de la superficie del concejo está entre las cotas de 800 a 1200 m. Entre 1200 y 1600 m. de altitud está comprendido el 33,35%; mientras que el 20,93% lo ocupan terrenos entre los 400 y 800 m. La superficie de cota superior a 1600 m. representa el 3,82%

 

Población

En el año 1900 el municipio tenía una población de 4.937 habitantes y una densidad de 29,24 hab./ Km2. La población fue aumentando hasta alcanzar en 1940 el mayor número de habitantes (6.013) y una densidad de 35,61 hab./ Km2. A partir de esa década el índice de población fue decreciendo.

 

 Climatología

 El clima de Teverga encaja dentro del típico clima húmedo atlántico que determina a la Cornisa Cantábrica con la particularidad de su proximidad a la Meseta Castellana y, en consecuencia, el influjo que ésta ejerce sobre las temperaturas y demás elementos climáticos.
Otro factor característico que lo diferencia del resto de la región es el de un mayor índice de días de sol debido a los altos cordales que lo circundan y preservan de las nubes y nieblas provenientes del norte. El período de lluvias se puede situar en los meses de diciembre a abril, siendo estas precipitaciones en forma de nieve, en alturas superiores a los 1000 m.